La ciudadanía en tiempos de populismo punitivo

18.06.2010 12:27

Hace unas semanas, recibimos una invitación para participar en una jornada organizada por la Facultad de Derecho de la UPV donde pudimos escuchar y reflexionar acerca de La Reinserción Penitenciaria. ¿Realidad o Mito?, de la mano de ponentes como Rafael Sainz de Rozas, Asesor jurídico del Ararteko, Mercedes Pérez Manzano, Catedrática de la Universidad Autónoma de Madrid, Fuensanta Arzanegui, Secretaria del Juzgado de Ejecución penal, Bilbao. Heraclio Varona, Abogado de la Asociación Bidesari, Bizkaia, y José Mari Larrañaga, Asociación  Arrats, Donostia.

En general, todos/as los/as ponentes recogieron de diferentes formas la idea de que el sistema penal está siguiendo la lógica de crear miedo, de gobernar mediante el castigo, a través del sistema “que parece estar de moda” de “populismo punitivo” con los objetivos de actuar y sensibilizar para evitar daños sociales; evitar accidentes de tráfico, fallecimientos, disminuir o paliar la violencia de género, evitar el consumo de alcohol y drogas,… la muestra clara nos la da el anuncio propulsado por el Gobierno Vasco y Ministerio de Interior, el cual lo podemos ver difundido por diferentes medios de comunicación con el slogan “No valen excusas, el que maltrata a una mujer, es culpable”.

Sería conveniente hacer una reflexión de todo esto y es posible que ésta nos sugeriera diversas sensaciones y entre ellas darnos cuenta de que somos la ciudadanía quien estamos potenciando el castigo inmediato, desactivando de este modo la iniciativa social. Que continuamos en la lógica histórica del “ojo por ojo y diente por diente”, en la “acción-reacción”, en la “la letra que con sangre entra”… que aparecen tan presentes en las diferentes épocas de nuestra historia.

Está claro que hay muchas situaciones sociales que piden ciertas medidas de contención, ya que el dolor que sufren muchas personas, siendo víctimas de estas situaciones, merecen especial atención, pero la apuesta no está en dejar de pensar y abandonar así el arma más poderosa que tenemos, la educación. La inmediatez de nuestras acciones, a corto plazo es efectiva, pero en la medida que avanza el tiempo y los castigos son repetidos, tal y como decía Joan Piaget, pierden su efecto constructivo en la persona. ¿No sería más conveniente invertir en la educación de la ciudadanía, perdiendo los efectos a corto plazo, pero que posibilite una construcción social futura y no más destrucción?

En la actualidad hay más de 75.000 personas presas por delitos menores. La criminalización que desestructura vidas, no posibilita la socialización, más bien la dificulta y la experiencia de paso por prisión genera secuelas en muchos casos irreversibles.

Es posible que los/as ciudadanos/as que estamos potenciando este sistema de penalización, de castigo, no tengamos mucho tiempo de pensar dentro de la voragine diario: trabajo, hij@s, responsabilidades,… Pero si hacemos una lectura rápida de la Ley Penal, es posible que nos ayude a  clarificar algún concepto.  “El criterio por el que se debe regir la ley penal es por la resocialización de la persona, por reconducir ciertas conductas que han llevado al delito, pero potenciando las capacidades”. Si es que la resocialización es lo prioritario, o debería de serlo. La relación que se establece dentro de prisión entre funcionarios/as y personas privadas de libertad no facilita la preparación conductual de la persona, potenciando sus capacidades sociales adaptadas, si no más bien potencia las inadaptadas.

¿Y si el/la que tuviese la desgracia de entrar en prisión fuese yo, o mi hijo/a, hermano/a,…?. Nadie está libre de caer en una situación así. Si yo experimentara la desgracia de padecer un paro de larga duración que me lleva a la ruptura de mis relaciones primarias: pareja-familia, pérdida de ingresos, enfermedad mental y me llevase a delinquir o/y a la cárcel. ¿Qué  me gustaría encontrar para poder rehacer mi vida y no para hundirme más?

Si las personas que tienen la desgracia de entrar en prisión van a volver a la sociedad, y volverán ¿cómo queremos que vuelvan? ¿Curadas, recuperadas ó en la misma situación que entraron,… Las medidas punitivas, en opinión de los/as expertos/as, no dicen que reinsertan, en el mejor de los casos pueden ser una contención en un momento concreto de la vida de una persona. Pero nuestro reto como ciudadanos/as está en invertir, en buscar y encontrar una educación para los/as que vivimos en este momento actual y para nuestras futuras generaciones.

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