La experiencia ciudadana en el laberinto de los servicios sociales

18.06.2010 12:33

"Eficacia frente a humanidad, calidad frente a cantidad"

Los Servicios Sociales están dentro del sistema público. Abordan las necesidades sociales concretas de modo integral; Lo realizan a través de un conjunto de servicios y prestaciones de promoción y acción social. En Guipúzcoa el acceso a ellos se realiza a través de la Red de Centros de Servicios Sociales repartidos por los diferentes barrios o pueblos y están legislados por la reciente Ley 12/2008, de 5 de diciembre de Servicios Sociales.

Sus objetivos son varios; favorecer la promoción y la integración de las personas y de los colectivos en la sociedad, así como valorar las posibles dificultades sociales y orientar a toda la población sobre sus derechos y deberes, aportando recursos que mejoren la calidad de vida y prevengan y eviten las causas que conducen a la exclusión social. Los profesionales informan sobre los recursos sociales existentes y valoran, junto con la persona interesada la situación que motiva su demanda.

Los SSB se caracterizan por su carácter universal dentro de un determinado marco territorial. Son el primer punto de contacto de las personas usuarias, familias o comunidades con el sistema. Están formados por equipos interdisciplinarios, que intervienen en diferentes niveles (individual, familiar, grupal y comunitario), teniendo que estar en contacto con los servicios más especializados.

Los servicios ofrecidos por los Servicios Sociales de Base son:

1.- Información y orientación: Conjunto de medidas que facilitan al ciudadano el conocimiento y acceso a los recursos sociales.

2.- Ayuda a Domicilio: Prestaciones de carácter complementario y transitorio que facilitan al ciudadano la permanencia en su medio natural, evitando situaciones de desarraigo.

3.- Convivencia y Reinserción Social: Su función es la búsqueda de alternativas al internamiento en instituciones.

4.- Alojamiento alternativo: Actuaciones orientadas a solventar situaciones problemáticas de convivencia entre las personas, que por su gravedad, van a requerir un nuevo lugar para vivir, temporal o permanente.

5.-Fomento de la solidaridad: su función es la promoción y potenciación de la vida comunitaria, promoviendo el asociacionismo, la solidaridad en la comunidad, ofreciendo cauces apropiados para favorecer la participación de la propia comunidad.

Centrándonos en el aspecto legal de los Servicios Sociales, estos se encuentran en un panorama de luces y sombras, siendo por un lado un sector muy dinámico, que se ha constituido como sistema de protección individual y colectivo en un período muy corto de tiempo, pero que por otra parte presenta varias lagunas en la acción comunitaria y en el mantenimiento de la misma.

En Guipúzcoa, el modelo de Servicios Sociales se configura y construye pausadamente, y sin embargo debe dar respuesta en el día a día a las necesidades emergentes que surgen a corto plazo, siguiendo lo regulado por normas y leyes. Además, el contexto inmediato de las personas usuarias demanda cada día en mayor medida Calidad y atención en los Servicios Sociales.

Ante esto, cabe plantearse una serie de preguntas: ¿quién hace la demanda? ¿Toda demanda es legítima? ¿Qué se demanda? ¿Quién está legitimado para interpretar la demanda?

Desde nuestra experiencia, en la actualidad los Servicios Sociales realizan la función de contener los problemas y reparar paliativamente los daños, provocando un círculo vicioso que ante la escasez de recursos va aumentando la demanda ante estos servicios. Pero a la vez vamos cayendo en un sistema de dependencia social. De esta manera, el sistema se retroalimenta con las mismas personas, y éstas tampoco pueden liberarse del sistema, siendo cada vez mayor la brecha entre aquello que se debería ofrecer y lo que realmente se ofrece. Entre lo que se pretende conseguir y lo que se consigue.

En la situación de crisis vivida actualmente, es evidente la ausencia de un modelo económicamente sostenible. Hasta ahora, ante la demanda realizada por las personas se ejercía un reparto de ayudas sociales, escuchando únicamente la demanda inmediata sin ahondar en la necesidad latente. Hoy por hoy, los recursos materiales escasean, se están dando los recortes  en general y cómo no, en los Servicios Sociales en particular también está afectando. Y ante esto hay que ofrecer nuevas alternativas que consigan mejorar la situación de las personas, o quizá retomar algunas cada vez más olvidadas. La administración está buscando nuevas alternativas de financiación ya que la sostenibilidad está a debate en la actualidad.

Ante este panorama, a los grupos sociales y a la ciudadanía es posible que nos toque recuperar y reinventar modos sociales de solidaridad desde la familia, desde el espacio local, los barrios,… En estos casos, creemos que la apuesta de paliar la exclusión social no sólo está en la consolidación de unos Servicios Sociales eficaces y que atienden muchas demandas, sino también en fomentar el Trabajo Social Comunitario, donde es imprescindible la cohesión grupal, el trabajo con barrios y vecinos donde la base de la convivencia sea la solidaridad común y el apoyo mutuo. Volver a salir a la calle para detectar las necesidades concretas y los recursos ya existentes que humanizan y dignifican a la persona. Crear una red solidaria donde el individualismo queda a un lado y donde lo colectivo promueva el trato humano. Donde la partida económica social sea necesaria, pero no genere dependencias. Donde se acompañen los procesos y no sólo se dispensen recursos. Donde la humanidad esté por encima de la eficacia. Donde la calidad esté por encima de la cantidad. Y esto es posible si los Servicios Sociales asumen su papel inclusivo, pero también si la cuidadanía asume el suyo.

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